La Real Cofradía de Nuestra Señora de las Mercedes, el 29 de mayo, volvió a salir a la calle, esta vez para visitar la aldea de Ermita Nueva. La Señora, la Santísima Virgen de las 
Mercedes, al igual que en la anterior salida que hizo para visitar las aldeas de Villalobos, la Pedriza, la Venta de los Agramaderos, las Peñas de Majalcorón y la Hortichuela, fue despedida a la salida de su templo por el párroco D. Gabriel Susí Lara y por un gran número de devotos.
Al pasar por el Real Monasterio de la Encarnación, las RRMM. Dominicas esperaban en el cancel de la entrada a su iglesia para ver a la Virgen pasar, por lo que la comitiva se detuvo un momento. Ya en Ermita Nueva fue recibida por una multitud de devotos que la esperaban a la entrada de la aldea con la imagen puesta en andas de San Isidro Labrador. Tras apear a la Patrona del camión especialmente preparado para su traslado, la banda de la Hermandad de San Isidro interpretó la marcha real, mientras los presentes aplaudían motivados por la emoción reinante. Durante todo el recorrido la banda, acompañó a la comitiva con un gran repertorio de marchas magníficamente interpretadas.
El cortejo estuvo presidido por el hermano Mayor de la Real Cofradía de la Virgen de las Mercedes, Santiago López, y por el Cura Párroco de las aldeas, acompañados además por miembros de la Junta Directiva de la Cofradía, la alcaldesa de la ciudad Elena Víboras, y los concejales Juan Ángel Pérez Arjona (natural de esta aldea), Ana Cortecero y Rafael Cano.
A lo largo del trayecto hubo muchos momentos especiales y emocionantes que tuvieron como protagonistas a personas muy mayores, algunas impedidas físicamente, que no pudieron contener las lágrimas al ver de cerca a la Patrona o al recibir una estampa de la misma de manos del hermano Mayor.
Durante el recorrido la multitud de fieles, estuvo entonando la Salve y otros cantos Marianos, y vitoreando a la Santísima Virgen y a San Isidro labrador. Especial relevancia, por lo emotivo, fue el canto de un grupo de devotas, de uno de los populares cantos de los milagros de la Virgen de las Mercedes.
A la llegada a la plaza de la iglesia, ya entrada la noche, se procedió a la quema de un castillo de fuegos artificiales. Terminado este y bajo los sones de la marcha real, entró la Imagen de San Isidro a la iglesia, haciéndolo posteriormente la Virgen, con algo de dificultad por la baja altura de la puerta, bajo la dirección del experimentado y veterano capataz de andas de la Virgen, Antonio Aguilera.
A continuación se celebró la Eucaristía, permaneciendo en esa iglesia la Virgen durante toda la noche, acompañada por miembros de la junta directiva de la Real Cofradía y fieles de la aldea.
Por la Mañana del día siguiente se celebró una misa oficiada por el Reverendo Cura Párroco. Al finalizar esta y con tristeza en los rostros de los que allí se quedaban, concluyó la visita de la Virgen a Ermita Nueva, regresando a Alcalá con una larga comitiva de coches que seguían el camión donde era trasladada la Virgen. Poco antes de las doce de la mañana del domingo día 30, la Patrona de Alcalá era recibida en su templo por un gran número de fieles, dando así por concluida esta visita.
Mercedes, al igual que en la anterior salida que hizo para visitar las aldeas de Villalobos, la Pedriza, la Venta de los Agramaderos, las Peñas de Majalcorón y la Hortichuela, fue despedida a la salida de su templo por el párroco D. Gabriel Susí Lara y por un gran número de devotos.Al pasar por el Real Monasterio de la Encarnación, las RRMM. Dominicas esperaban en el cancel de la entrada a su iglesia para ver a la Virgen pasar, por lo que la comitiva se detuvo un momento. Ya en Ermita Nueva fue recibida por una multitud de devotos que la esperaban a la entrada de la aldea con la imagen puesta en andas de San Isidro Labrador. Tras apear a la Patrona del camión especialmente preparado para su traslado, la banda de la Hermandad de San Isidro interpretó la marcha real, mientras los presentes aplaudían motivados por la emoción reinante. Durante todo el recorrido la banda, acompañó a la comitiva con un gran repertorio de marchas magníficamente interpretadas.
El cortejo estuvo presidido por el hermano Mayor de la Real Cofradía de la Virgen de las Mercedes, Santiago López, y por el Cura Párroco de las aldeas, acompañados además por miembros de la Junta Directiva de la Cofradía, la alcaldesa de la ciudad Elena Víboras, y los concejales Juan Ángel Pérez Arjona (natural de esta aldea), Ana Cortecero y Rafael Cano.
A lo largo del trayecto hubo muchos momentos especiales y emocionantes que tuvieron como protagonistas a personas muy mayores, algunas impedidas físicamente, que no pudieron contener las lágrimas al ver de cerca a la Patrona o al recibir una estampa de la misma de manos del hermano Mayor.
Durante el recorrido la multitud de fieles, estuvo entonando la Salve y otros cantos Marianos, y vitoreando a la Santísima Virgen y a San Isidro labrador. Especial relevancia, por lo emotivo, fue el canto de un grupo de devotas, de uno de los populares cantos de los milagros de la Virgen de las Mercedes.
A la llegada a la plaza de la iglesia, ya entrada la noche, se procedió a la quema de un castillo de fuegos artificiales. Terminado este y bajo los sones de la marcha real, entró la Imagen de San Isidro a la iglesia, haciéndolo posteriormente la Virgen, con algo de dificultad por la baja altura de la puerta, bajo la dirección del experimentado y veterano capataz de andas de la Virgen, Antonio Aguilera.
A continuación se celebró la Eucaristía, permaneciendo en esa iglesia la Virgen durante toda la noche, acompañada por miembros de la junta directiva de la Real Cofradía y fieles de la aldea.
Por la Mañana del día siguiente se celebró una misa oficiada por el Reverendo Cura Párroco. Al finalizar esta y con tristeza en los rostros de los que allí se quedaban, concluyó la visita de la Virgen a Ermita Nueva, regresando a Alcalá con una larga comitiva de coches que seguían el camión donde era trasladada la Virgen. Poco antes de las doce de la mañana del domingo día 30, la Patrona de Alcalá era recibida en su templo por un gran número de fieles, dando así por concluida esta visita.
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